La zona arqueológica de Tulum es un imprescindible de Quintana Roo, uno de los estados más ricos y diversos del país. La singularidad de este antiguo centro comercial y ceremonial, además de su estilo característico del Posclásico Tardío, está en su ubicación sobre una blanquísima playa, enmarcada por el turquesa del mar, que en sí constituye un gran atractivo para los viajeros que además de historia vienen en busca de sol y arena. Por esta ubicación afortunada suele impresionar más que Cobá, otra gran ciudad maya a menos de 40 kilómetros de aquí, que en su tiempo fue mucho más importante que la misma Tulum.
Tulum, la “ciudad amurallada” (llamada así por las fortificaciones que la rodean), fue uno de los últimos asentamientos mayas y es considerado un santuario al dios descendente. Varias de las edificaciones conservan adornos que lo representan, pero ninguno como El Castillo, donde puede verse una imagen suya en los estucos. Esta edificación, la principal del complejo, tiene una altura de 7.5 metros, está ubicada en un lugar estratégico sobre el acantilado y seguramente funcionaba como un faro que indicaba a las embarcaciones por dónde cruzar el peligroso arrecife que protege toda la costa del estado.
Otras construcciones que no hay que perderse aquí son la enorme Casa de las Columnas, hogar de los habitantes más poderosos; el Templo del Viento, una construcción aislada y de forma circular dedicada a Kukulcán, y, por supuesto, las murallas y sus cinco arcos con pasos elevados que fungían como entradas a la ciudad. A pocos kilómetros del sitio arqueológico se encuentran docenas de pequeños restaurantes y hoteles donde pasar la noche o simplemente comer y descansar por la tarde. Los hoteles de la costera de Tulum se caracterizan por su sencillez y sensibilidad ecológica, aunque algunos de ellos no sacrifican comodidad ni lujo.
Desde aquí es fácil hacer una excursión a la Reserva de la Biosfera Sian Ka’an, un santuario de la naturaleza que alberga cerca de 100 especies de mamíferos y más de 300 de aves. También se pueden visitar los impresionantes cenotes de la zona, en especial los del parque Aktun Chen, o hacer una larga sesión de snorkel, una de las actividades preferidas en Tulum. Para quienes prefieran algo más relajado, siempre se puede ir a un spa que utilice técnicas prehispánicas o sentarse a comer frente a la playa y disfrutar de la brisa del Caribe.
Fuente.- http://estilos.prodigy.msn.com/fin-del-mundo/tulum-la-ciudad-amurallada-de-quintana-roo
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