En los hornos del Xibalba, cuando los artesanos moldeaban una figurilla para hacer surgir un nuevo tipo de vida, y este tipo de vida era aprobada por los dioses - los Creadores y Formadores - para vivir en este mundo.
quedaba, las migajas sobrantes y formaban una estatuilla más pequeña para hacer a su Alux y darle una vida que iría enlazada por siempre como espíritu guardián.
Algunas veces, cuando una planta o un animal era creado, se usaba muy poca masa, como en el caso de abejas (Ko ́olej kaab) y avispas (Xuux), y la masa sobrante era muy poca, así que su guardián también era muy chiquito. Los artesanos eran muy cuidadosos con los guardianes, sabían que como estaban hechos del mismo material que aquellos que protegían, esta esencia determinaba la personalidad y características de cada uno, no sólo en apariencia externa, sino en sus sentimientos o su sabiduría, y por consiguiente en su comportamiento.
Una vez hecha la estatuilla, los artesanos divinos mezclaban restos de tierra, agua y esencia del ser recién creado, junto a los hornos divinos del Xibalba, y soplaban en la cara de la estatuilla el aliento divino que da la energía vital, mientras repetían en voz muy baja las palabras que daban vida al guardián.
El Alux fue creado por los antiguos dioses mayas como un espíritu protector, para cuidar todo aquello dentro de los límites de su creación. De ahí que, al principio de los tiempos, podían encontrarse caminando libremente por selvas, caminos, riberas, lagunas, desde el fondo de los cenotes hasta lo alto de los árboles y volando por el cielo.
En toda la creación se hicieron miles y miles de Aluxes, ¡ imagínate uno por cada tipo de ser viviente!. Y aún así no hay dos Aluxes iguales.
El proceso de su elaboración fue utilizado después por los Jmeen , los sabios hechiceros mayas. Los jmeenob aprendieron a crear Aluxes cuando el Máak sen ya ́ab ba ́alo ́ob u yojel (el más sabio) bajó al Xibalba y robó el secreto a los artesanos divinos. Pero los hombres no sabían que los Aluxes tienen voluntad propia y son difíciles de controlar.
Su deber como protectores incluía ahuyentar a seres indeseables y velar incansablemente por sus protegidos. La recompensa de los dioses para estos leales y valientes guardianes era compartir las riquezas generadas en la creación: el polen y miel de las abejas, el agua fresca y los pescados gordos de sus lagunas. Podría decirse que los Aluxes trabajaban por comida, hogar y respeto.
Estas criaturitas vienen en muchas formas y tamaños: los hay pequeñitos como abejas o enormes como un tapir (Danto). Claro que esa no es una buena referencia para criaturas que pueden cambiar de forma a voluntad, incrementando su tamaño hasta volverse árboles o haciéndose chiquitos como un caracol, que se
transforman en neblina, agua, viento o lluvia.
Es un poco difícil tratar de describir a un ser que, como ya dije, puede cambiar de forma y de tamaño. Sin embargo, en sus muchas transformaciones se le puede encontrar con una forma física común, semejantes a niños.
sus pies o el sendero frente a ellos, atemorizados por no pisar alguna serpiente o toparse con algún ladrón.
Pero aún más interesante es que tienen la habilidad de volverse humo o neblina, viento o agua y entonces no importa su estatura. Pueden desplazarse por la selva, entre las ramas de los árboles, llevados por el viento, pueden subir hasta la copa más alta o volverse lluvia y caer en las raíces, tornarse .riachuelos y deslizarse como corriental hacia las lagunas, pueden evaporarse y convertirse en miles de gotitas de rocío sobre las hojas de los árboles, sobre las flores y las orquídeas, depositarse en el centro de las bromelias en lo más alto de los grandes árboles, en el fondo de los pantanos más lóbregos y oscuros, en lo más profundo de las cavernas o de los cenotes.
y perfecto.
Continuara........
dioses habitaban en algún lugar de las profundidades de la Tierra, este
lugar se llamó Xibalba.
(2) Hechicero maya
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