Hace muchos años nuestros abuelos entendieron los ciclos de la naturaleza, los movimientos de los astros y supieron que navegamos por el cosmos en un huracán de luz que hoy se conoce como la vía láctea.
Nuestros abuelos sabían que la misión del hombre era agradecer a la vida que nos da energía creadora.
y participaron armónicamente en esta creación, para cumplir con la misión de unir el corazón de la madre tierra con el corazón del cielo.
Los sabios mayas nos dejaron conocimiento como muestra de desarrollo, un ejemplo de ello, es el fin y nuevo inicio del ciclo de la cuenta larga 5125 años. Han tenido que pasar trece baktunes, y el tiempo ha llegado, el tiempo del hombre consiente nos pertenece, un hombre con equilibrio en su corazón y con su entorno, es tiempo de recordar que somos seres espirituales en busca de una experiencia humana.
Los abuelos nos dejaron el calendario, pero con el tiempo es de nosotros Su conocimiento nos sigue iluminando pero nos toca a nosotros hacer algo para que pueda nacer el hombre de este nuevo tiempo, Hombre de luz, hombre de ceiba, y ese hombre nos toca hacerlo a nosotros con nuestra intención y con nuestro amor aquí en TULUM.
En la puerta del sol, en este vórtice mágico de conexión con el universo le decimos al mundo que los invitamos a poner los cimientos del nuevo ser, cada uno de nosotros, de nuestras comunidades, y ciudades debemos de sembrar la luz de los pensamientos positivos y debemos de escuchar a la madre tierra.
Por eso los mayas de hoy le decimos a todos lo continentes, a todas la razas que vengan a TULUM por que aquí nacerá el hombre corazón, un nuevo ser que continuará el camino con solidaridad y armonía, este hombre corazón esta en cada uno de nosotros y solo espera que lo llamemos y que lo permitamos ser.
Hoy los mayas seguimos haciendo pirámides pero con pensamientos positivos... Hoy los mayas estamos listos para mostrar la fuerza de nuestra cultura y conocimiento universal.
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